Las baterías de litio, de plomo-ácido y AGM/Gel son las tres opciones más comunes para sistemas de almacenamiento de energía solar. Cada tipo de batería tiene sus propias ventajas y desventajas, por lo que la mejor opción dependerá de las necesidades y preferencias específicas de cada proyecto. A continuación se describen las principales diferencias entre estos tipos de baterías:
Baterías de litio:
Ventajas: Las baterías de litio tienen una mayor densidad de energía, lo que significa que pueden almacenar más energía en un espacio más pequeño. También tienen una larga vida útil y una tasa de autodescarga muy baja. Además, las baterías de litio son más ligeras y tienen un ciclo de vida más largo que las baterías de plomo-ácido.
Desventajas: Las baterías de litio son más caras que las baterías de plomo-ácido y AGM/Gel, lo que puede aumentar significativamente el costo total del sistema. También requieren un sistema de gestión de baterías (BMS) para evitar la sobrecarga y la descarga excesiva.
Baterías de plomo-ácido:
Ventajas: Las baterías de plomo-ácido son las más comunes y económicas. También son fáciles de encontrar y reemplazar en caso de fallo.
Desventajas: Las baterías de plomo-ácido son más pesadas y voluminosas que las baterías de litio, lo que puede ser una limitación en espacios pequeños. También tienen una vida útil más corta y una tasa de autodescarga más alta que las baterías de litio.
Baterías AGM/Gel:
Ventajas: Las baterías AGM/Gel son una alternativa más segura y libre de mantenimiento a las baterías de plomo-ácido convencionales. No requieren mantenimiento y tienen una tasa de autodescarga más baja que las baterías de plomo-ácido.
Desventajas: Las baterías AGM/Gel son más caras que las baterías de plomo-ácido convencionales y tienen una vida útil más corta que las baterías de litio.