Los distintos tipos de baterías: Monoblock, AGM, Estacionarias, de GEL o de Litio

Baterías Monoblock

Las baterías monoblock están destinadas a pequeñas instalaciones fotovoltaicas donde la relación calidad-precio tiene que ser equilibrada.
Sus placas están reforzadas con rejilla y aislamiento especial y, gracias a esta aleación, la perdida de agua es muy reducida. Por ello, se recomienda su uso para sistemas aislados, telecomunicaciones, instalaciones de señalización o repetidores.

Baterías AGM

Las baterías AGM, o Absorbent Glass Mat, incorporan unas válvulas de regulación de gases para una mejor recombinación de éstos. Así, se evitan pérdidas, la presión interna queda mejor regulada y, por lo tanto, el rendimiento es mayor.
Por ello, cuando se requieren corrientes muy elevadas en plazos de tiempo cortos, las baterías AGM son perfectas debido a que su resistencia interna es muy baja. Por ello, son más adecuadas que las Gel para situaciones con alta intensidad de descarga.

Baterías de electrolito gelificado o GEL

Las baterías de electrolito gelificado o Gel presentan un funcionamiento cíclico de alta calidad, lo que las convierte en ideales para instalaciones de tamaño medio y grande que estén previstas para funcionar durante largos períodos de tiempo o donde el mantenimiento sea muy complicado de realizar.
El gel que las compone se consigue mediante la del Electrolito con una Sílica amorfa, el cual da como resultado un compuesto de la consistencia de dicho gel.

Baterías estacionarias

Las baterías estacionarias son perfectas para instalaciones que necesiten un consumo diario y durante largos períodos de tiempo. Esto es debido a que tienen una larga vida útil, superior a los 20 años, y permiten profundos ciclos de descarga diarios con resultados excelentes ante cualquier tipo de consumo.

Baterías de Litio

La aleación de LI-Fe de las baterías de litio permite una descarga del 100% de su potencia. Por ejemplo, una batería de litio de 200 Ah se puede cargar a ese nivel, al contrario que en otras como las AGM o Gel, en las que la potencia de carga se sitúa en un 10-20% de la máxima potencia admitida por la batería. Ésta característica permite que el proceso de carga sea mucho más rápido que en todas las demás. Además, permite múltiples procesos de descarga (hasta 6000 ciclos al 90% DOD).
Otra ventaja de las baterías de litio es el sistema de gestión de la batería y el servicio ininterrumpido con fuente de alimentación autónoma, incluso en caso de fallo de alimentación.

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